lunes, 11 de noviembre de 2013

SEXO Y PROSTITUCIÓN

El tema que voy a tratar en este cuarto ensayo va a ser el sexo. En primer lugar, me gustaría hablar de la prostitución. La prostitución generalmente conlleva una connotación negativa, debido en gran parte a todos los escándalos sobre mafias que explotan a mujeres y que nosotros vemos en las noticias, en periódicos, etc. Todas estas organizaciones que trafican con mujeres son denigrantes. Lo peor de todo es que ellas no son conscientes de donde se están metiendo; no lo hacen voluntariamente, sino que son engañadas.
El caso más común es que las mafias les prometen a mujeres de países en vías de  desarrollo que les van a llevar a otro país en el que van a tener una buena calidad de vida, éstas les pagan el viaje  y el papeleo, y las organizaciones las introducen en el país. Una vez que están en el país prometido, les dicen que les deben dinero y que deben saldar sus deudas prostituyéndose para ellos.
Estos casos son la verdadera esclavitud sexual, en la que mujeres  son engañadas y obligadas a prostituirse, obligadas a vender su cuerpo a cambio de su libertad, como si de los afroamericanos en América del S.XVII se tratase.

En mi opinión, estos hechos son humillantes, tanto para las mujeres a las que engañan y esclavizan, como para las personas encargadas de manejar esas mafias. Sin embargo, muchas mujeres se prostituyen por decisión propia, y en este sentido, esas mujeres merecen todo mi respeto. Ellas son las que deciden sobre lo qué hacen con su vida, ellas deciden vender su cuerpo, por un motivo o por otro, pero ellas son las que lo deciden, y no somos nadie para criticarles. Nos podrá parecer vergonzoso, mal, bien o mejor, pero no podemos decidir por otras personas, ni tampoco se lo podemos prohibir.
Por otro lado,  me gustaría hablar sobre el sexo. Algunas culturas o religiones acotan el sexo al matrimonio. Creo que el sexo no se debería reducir a este ámbito. No entiendo a aquellas personas que limitan el sexo a una cuestión reproductiva, porque además de este ámbito, también se puede enfocar como una práctica para divertirse y disfrutar con tu pareja. Tanto mujeres como hombres desde la pubertad comenzamos a sentir atracciones sexuales, estamos preparados para conocer lo que es el sexo, pero no creo que sea el momento de contraer matrimonio, de prometerte con una persona a los quince o dieciséis años. Pero no por eso no nos podemos quedar sin disfrutar del sexo. Por lo tanto, creo que el sexo no se debe reducir  a una reproductiva dentro del matrimonio.
A su vez, destacar que el sexo no es camino para encontrar la felicidad. Aquellos que la buscan en las relaciones sexuales están completamente equivocados. El sexo no es una fuente de felicidad, sino una forma de disfrutar junto a tu pareja.

Por último, tampoco entiendo a aquellas personas que critican a otras por ofrecer cosas a cambio de sexo. Nos puede parecer mal, no lo podemos entender, pero no podemos olvidar que no debemos decidir por los demás. La persona que ofrece su cuerpo a cambio de algo es consciente de lo que hace, y está ejerciendo su libertad a la hora de ofrecerse, por lo que no debemos criticarlo.

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